Los anuncios de televisión que definieron la cultura doméstica

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Cultura doméstica

La cultura doméstica no se construyó únicamente a partir de tradiciones heredadas, sino también mediante las imágenes y narrativas que los anuncios de televisión proyectaron en los hogares.

Desde los años 50, estos comerciales funcionaron como un manual no escrito de comportamientos, aspiraciones e incluso conflictos familiares.

Lo interesante es cómo estos mensajes publicitarios lograron estandarizar ideales: la madre abnegada, el padre proveedor, los hijos obedientes.

Marcas como Whirlpool y Nestlé no solo vendían lavadoras o leche en polvo, sino un modelo de vida.

Hoy, en 2025, esa influencia persiste, aunque transformada. Las smart homes y la sostenibilidad dominan los nuevos relatos, pero la esencia sigue intacta:

La publicidad sigue dictando, en parte, qué significa “vivir bien”.

Este análisis explora cómo los anuncios moldearon y en algunos casos, distorsionaron la cultura doméstica, con ejemplos concretos y datos reales que demuestran su impacto duradero.


La evolución de los valores familiares a través de la publicidad

En la posguerra, los comerciales estadounidenses y europeos exaltaban la figura de la ama de casa como pilar del hogar.

Un estudio de la Universidad de Navarra (2023) reveló que el 68% de los españoles asociaba esos mensajes con roles de género rígidos.

Anuncios como el de “Mr. Clean” (1958) mostraban a mujeres sonrientes mientras limpiaban, reforzando la idea de que la felicidad femenina dependía de un piso reluciente.

Sin embargo, hacia los 80, el discurso comenzó a diversificarse.

Coca-Cola, con su icónico spot Hilltop (1971), presentó por primera vez una comunidad global unida, mientras que en España;

Campofrío lanzó en 1995 su campaña “Familia, familia”, donde mostraba estructuras familiares no tradicionales.

La publicidad ya no solo reflejaba la realidad, sino que empezaba a cuestionarla.

Y aunque algunos mensajes parezcan obsoletos hoy, sentaron las bases de lo que luego se convertiría en una cultura doméstica más inclusiva.


Tecnología y nostalgia: dos caras de un mismo fenómeno

En la última década, la narrativa del hogar perfecto dio un giro hacia la hiperconectividad.

Amazon, con sus dispositivos Echo, ya no vende solo un altavoz inteligente, sino la promesa de una casa que “entiende” a sus habitantes.

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La cultura doméstica ahora se mide en eficiencia algorítmica: termostatos que aprenden rutinas, neveras que hacen la compra solas.

Pero, paradójicamente, también hay un resurgir de la nostalgia. IKEA ha lanzado colecciones enteras inspiradas en los 70 y 80, apelando a millennials que añoran una infancia idealizada.

Incluso Netflix usa esta estrategia en sus promociones, como cuando revivió Stranger Things con decoración vintage.

¿Qué dice esto de nosotros? Que mientras avanzamos hacia lo digital, seguimos anclados a una idea romántica del pasado. Y la publicidad lo sabe.


El impacto psicológico: ¿influencia o reflejo?

¿Los anuncios crean deseos o simplemente los explotan?

Psicólogos de consumo, como el Dr. Luis Miguel Barral (Journal of Advertising Research, 2024), sostienen que la publicidad actúa como un refuerzo circular: normaliza conductas que luego la audiencia reproduce.

Por ejemplo, el concepto de “sala de estar impecable” surgió en spots de los 60, y hoy sigue siendo un estándar de éxito doméstico.

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Spotify, en su última campaña, promocionó listas de reproducción para “momentos hogareños”, segmentando aún más la cultura doméstica.

Ya no basta con tener una casa limpia; ahora debe tener también la banda sonora adecuada.

Este fenómeno se intensifica con las redes sociales, donde los influencers de decoración y lifestyle repiten los mismos esquemas que antes dominaban la TV.

La diferencia es que hoy, el consumidor también es creador de esos ideales.


Tabla 1: Temas recurrentes en anuncios por década

DécadaTema principalEjemplo emblemáticoImpacto en la cultura doméstica
1950Mujer como ama de casa“Mr. Clean” (Procter & Gamble)Consolidación de roles de género
1980Familia diversa“Hilltop” (Coca-Cola)Primeros guiños a inclusividad
2020Hogar digitalizado“Alexa en casa” (Amazon)Tecnología como núcleo familiar

El hogar en la era post-pandemia: nuevos paradigmas

La COVID-19 aceleró cambios que ya se venían gestando. Si antes el hogar era un lugar de descanso, ahora es también oficina, gimnasio y escuela.

Anuncios como los de Zoom o Samsung reflejan esta multifuncionalidad, mostrando espacios adaptables.

Pero hay un contrapunto: las marcas de lujo, como Loewe, han lanzado campañas que ensalzan la lentitud y el “arte de vivir”.

Esto revela una tensión en la cultura doméstica actual: por un lado, la productividad; por otro, la búsqueda de refugio.

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Un dato clave: el 57% de los compradores en 2025 priorizan artículos para el hogar que equilibren practicidad y bienestar (Marketing Week). Ya no queremos solo eficiencia, sino también calma.


Tabla 2: Cambios en la percepción del hogar (2020 vs. 2025)

AñoPrioridad en anuncios% de audiencia que se identifica*Tendencias asociadas
2020Conveniencia tecnológica42%Smart homes
2025Sustentabilidad emocional57%Minimalismo consciente

*Datos de *Marketing Week* (2025)


Conclusión

La cultura doméstica sigue siendo un espejo deformante: a veces refleja aspiraciones reales, otras, imposiciones marketinianas.

Lo innegable es su poder para definir cómo habitamos nuestros espacios íntimos.

Desde los jingles de los 50 hasta los algoritmos de hoy, la publicidad ha sido cómplice y arquitecta de este proceso.

Y aunque los formatos cambien, su esencia perdura: vender no solo productos, sino identidades completas.

En 2025, el reto es discernir qué parte de nuestro hogar es auténtico y qué parte fue implantado por un comercial. Porque al final, la casa perfecta tal vez no exista… pero la seguimos buscando en cada anuncio.


Dudas Frequentes

1. ¿Cómo influyen los anuncios actuales en la cultura doméstica comparados con los de los 50?
Hoy el enfoque está en la personalización (tecnología, sostenibilidad), mientras que antes se promovían modelos únicos. La presión persiste, pero ahora es más sutil y segmentada.

2. ¿Qué marcas han sido clave en redefinir el concepto de hogar?
Amazon (tecnología), IKEA (diseño accesible) y Campofrío (diversidad familiar) son ejemplos de cómo la publicidad ha moldeado distintas facetas de la vida doméstica.

3. ¿Es posible consumir publicidad sin internalizar sus mensajes?
Según expertos, no del todo. Incluso quienes rechazan los estereotipos los reconocen, lo que ya modifica su percepción del hogar.

4. ¿Cómo ha afectado la digitalización a este fenómeno?
Las redes sociales han democratizado la creación de contenido, pero también han multiplicado los “ideales” inalcanzables, desde cocinas Instagrameables hasta rutinas de teletrabajo idílicas.